https://youtu.be/Y0qwD_yEMTw

El mundo recuerda las heridas más oscuras de la humanidad para reafirmar que la paz siempre será más fuerte que la guerra. La historia de Kim Phúc, marcada por el dolor del napalm, hoy es un canto de esperanza. Su vida nos enseña que el perdón no borra el sufrimiento, pero lo transforma en reconciliación y vida nueva.

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