La Obediencia

El libro de Deuteronomio se atribuye a Moisés quien, antes de ir a la presencia de Dios, decidió colocar por escrito una serie de recomendaciones a sus connacionales, recordándoles cómo Dios los bendeciría si permanecían en obediencia. La parte final del tratado, su colofón, no es de Moisés sino, al parecer de alguno de sus colaboradores, probablemente Josué, quien relata los últimos días del gran legislador hebreo. De este testamento espiritual extraeremos algunas lecciones valiosas.

Bendiciones por la obediencia

28 »Si realmente escuchas al Señor tu Dios, y cumples fielmente todos estos mandamientos que hoy te ordeno, el Señor tu Dios te pondrá por encima de todas las naciones de la tierra. Si obedeces al Señor tu Dios, todas estas bendiciones vendrán sobre ti y te acompañarán siempre: Deuteronomio 28:1,2 NVI

Hago, por ejemplo, una distinción radical de tres conceptos: Leyes, armas y llaves.

  • Leyes son exigencias para cumplir.
  • Armas son habilidades para desarrollar.
  • Llaves son elementos para abrir y cerrar.

Las Llaves del Reino no tiene más pretensiones que las que nacen de un corazón sincero que procura ser dócil a la guía del Espíritu Santo, y una mente alerta sobre las Sagradas Escrituras para oír lo más claramente posible la voz siempre actual de Jesucristo.

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